Nací en la ciudad de Guatemala, y crecí la mayor parte de mi vida en el municipio de Mixco, en donde actualmente vivo y trabajo. Viajo diariamente en los buces urbanos rojos. Esto ya sea de la casa al trabajo o la universidad. Las rutas que suelo abordar son: 22,70, 204, 37, 18, 40R. Entre otras.
Comúnmente, cada unidad de transporte lleva una pequeña marca o símbolo, ya sea en tickets de esténcil o simplemente hecho con pintura blanca para zapatos, colocada en cualquier extremo de la ventana izquierda del conductor. Este símbolo o carácter que acompaña a la unidad, identifica un determinado territorio, también es una constancia de una cuota diaria, que suele llenar cada conductor, para pagar la extorsión de la unidad de transporte público que circula. Muestra de ello, se refleja en que los vecinos que denotan confianza al saber que llevan una marca. Ya que sin esto, serían posibles víctimas de estos delitos, que cada vez se siguen sumando, ahora en un grupo de sectores más amplio, de diferentes zonas.
Quiero representar un número de estas imágenes que se vuelven cotidianas. En una serie de dibujos a escala real (una ventana) de un bus urbano, creando de memoria cada símbolo o carácter del sector que lo diferencia. Diariamente las solemos ver, nos resignamos y lo aceptamos en la espera de que las diferentes instituciones de seguridad nacional solucionen este problema social. Todos los días convivimos con estos símbolos y los hacemos parte de nuestra cotidianidad.
Datos específicos de la obra:
Es una instalación de 8 dibujos. Hechos sobre papel hahnemule Burgund 250 gms. (Medidas del tamaño de cada obra sin marco en centímetros: 42.5 x 56 cm) Se necesita una pared de 2.00 mtrs, con iluminación. Cada dibujo solo necesita pequeños clavos en cada extremo superior para su exhibición.









